No me interesa lo que pase el 2012, si se acaba el mundo no es mi culpa o si todos se vuelven maricones y ya no quedan hombres en este mundo, quedando la zoofilia como primera opción. No me interesa si sales en la tele contando mi peor secreto, o si me haces aparecer en las portadas del diario llamándome lautarista, no me viene ni me va si los suicidios son fallidos, o si la bala pierde la trayectoria.
Esos muertos no los cargo yo.
somos nosotros mismos quienes alimentamos nuestros terrores. Aquello que nos atemoriza pierde toda su fuerza en el momento en que dejamos de combatirlo. Varias veces he logrado controlar el miedo, asumiendo el resultado final, y asi superando todo tipo de adversidades.
¿de qué sirve recibir enseñanzas, si no las aplicas cuando te encuentras ante las dificultades cotidianas? Una enseñanza no se hace operante, no adquiere toda su fuerza transformadora, hasta el momento en que es aplicada.
El principio esencial es, en la medida que puedas, nunca dejes una cuenta pendiente con un enemigo. Pues, si quedan cosas larvadas, el odio se nutre de sí mismo, con peligro de proliferar. Una bomba con la mecha muy larga puede tardar años en explotar; pero el día en que se produce el descalabro los daños son cuantiosos. Entonces, es mejor, desarmar la bomba, no dejar amenazas de muerte sueltas en torno a ti o en tu inconsciente. Pero no hay que matar al adversario: es mucho mejor convertirlo en un aliado.
