Perder
A todos nos asusta. A todos nos disgusta. A todos nos acecha. Pero aunque nadie quiera aceptarlo, perder es una condición innata del hombre. Perdidos llegamos a este mundo y muchos continúan así hasta la tumba. Unos perdieron la fe y otros han perdido el amor aquel que creyeron eterno. Algunos las ilusiones, ese combustible necesario para hacer que se mueva la rueda de la vida. Otros pierden la vergüenza y otros, qué triste, pierden la virtud de luchar por lo que quieren. A veces me canso de luchar y prefiero perder a permanecer de pie.
Contra el perder no hay más remedio que luchar, no hay más que hacer que mantenerse caminando. Quienes se detienen les asalta el pánico y quienes no miran para adelante corren el riesgo de perder los referentes y asumen el riesgo de perderse para siempre en el laberinto trágico de la tristeza.